¿Alguna vez ha experimentado la situación incómoda y angustiosa de fumar en su automóvil? Si es así, es posible que aún recuerde la sensación de pánico cuando se dio cuenta de que no tenía idea de si existía riesgo de incendio.

Cuando notes que sale humo del capó, es importante comprobar dos aspectos: el color del humo y su olor (obviamente, después de aparcar el vehículo de forma segura lo más rápido posible en una zona abierta).

Si el humo es blanco y no tiene olor, no te preocupes, no hay riesgo de incendio. Definitivamente algo anda mal, pero esto es algo que su mecánico investigará. Lo más importante es que tú y los demás ocupantes del vehículo estéis seguros.

Sin embargo, si el humo es oscuro y huele mal, retire a todos los ocupantes del vehículo, ya que se trata de un incendio. Apenas habrá riesgo de explosión, ya que el motor está lejos del depósito de combustible. Así que quédate tranquilo.

Después de romper el sello y desbloquear la válvula del extintor, abra el capó del automóvil. Recuerda que el oxígeno alimenta el fuego. Por lo tanto, si abres el capó demasiado o demasiado bruscamente, las llamas sólo aumentarán. Ábralo lo suficiente como para dirigir la boquilla del extintor hacia el motor.

Para que el extintor funcione correctamente déjelo en posición vertical (horizontal, el extintor sólo liberará presión y no polvo químico). Vierta una cantidad considerable de polvo químico antes de comprobar la situación. Levantar la capota poco a poco, si el fuego persiste dirigir el chorro hacia la base de las llamas mediante movimientos laterales.

Después de asegurarte de que todo está apagado y llamar a una grúa, dirígete al taller más cercano para poner fin a la pesadilla de una vez por todas.