Ya lo hemos dicho, pero vale la pena recalcar que las subastas de camiones ofrecen precios extremadamente ventajosos. De hecho, en el 99% de las subastas, tanto realizadas por organismos públicos como por empresas privadas, el precio está muy por debajo del precio de mercado. ¡Incluso a la mitad! Lo cual es una ganga. 

Esto no significa, en absoluto, que los bienes subastados tengan algún defecto. Simplemente significa que los vehículos fueron embargados en el proceso judicial o que el propietario ya no puede pagarlos, entre otras opciones. 

Es importante tener en cuenta que, para visitar los camiones en caso de una subasta judicial, podría ser necesario solicitar una petición judicial durante el proceso de visita. En el caso de subastas realizadas por empresas privadas, la solicitud la realiza el propio administrador de la subasta; la persona interesada en la visita solo debe presentarla.

Otra razón que atrae la atención de quienes se interesan en las subastas de camiones es la oportunidad de inversión. Por ejemplo, es posible comprar dos camiones por el precio de uno. Dado que el valor está muy por debajo del valor de mercado, el camión resulta atractivo tanto para el comprador como para quienes desean revenderlo. 

Por lo tanto, las subastas de camiones son ventajosas no solo por el precio solicitado, sino también por la posibilidad de inversión y reventa. La rentabilidad a corto plazo es mucho mayor y el riesgo es bajo. Al fin y al cabo, la subasta es segura y los procesos muy transparentes. 

Sin embargo, para garantizar esta seguridad y transparencia, es importante que elijas con cuidado al gestor que propone la subasta, procurando que haya claridad y honestidad en las condiciones de cada camión.