Las desventajas de un préstamo para vehículos son que es necesario tener el vehículo liquidado y a su nombre. Y sabemos que la realidad para muchos brasileños es la financiación del automóvil. En estos casos no es posible realizar la solicitud porque el coche está vinculado al banco financiador. En otras palabras, de hecho, todavía no es suyo. 

Además, aunque esté casado y el coche o la moto esté a nombre de su cónyuge, no es posible solicitar un préstamo garantizado a su nombre. 

También es importante destacar que, aunque aún puedes utilizar el vehículo, éste se transfiere al banco. Por lo tanto, no puede transferirse a nombre de otra persona ni venderse hasta que se salde la deuda. Una vez más, el coche “pertenece” a la entidad financiera que concede el crédito. Después de todo, ella necesita la garantía en caso de que usted no cumpla con su compromiso financiero. 

Aunque tengas un buen perfil y un coche amortizado y en perfecto estado, la entidad financiera no está obligada a ofrecerte un préstamo con garantía del vehículo. El otorgamiento del crédito queda a criterio de cada institución. 

Por último, un préstamo garantizado para un vehículo es mucho más burocrático que solicitar un préstamo personal, por ejemplo. Después de todo, es necesario inspeccionar el vehículo, ya que está enajenado y corre el riesgo de perder el bien en caso de falta de pago. 

Finalmente, aunque tengas un coche, si es muy antiguo corres el riesgo de no poder conseguir un préstamo. Esto se debe a que muchos bancos no aceptan vehículos con un año de fabricación mayor a 15 años desde la fecha de solicitud.